Desde hace algún tiempo, el adjetivo "chino" se ha convertido en la definición de algo de mala calidad y al mismo precio. A veces esto es cierto, pero no se aplica a las alfombras chinas hechas con materiales naturales. Los productos de seda y lana de alta calidad están hechos a mano, lo que afecta su practicidad, decoratividad y precio.
Seda china
Parecería una idea extraña: domesticar una oruga y usarla como fuente de ingresos. Y sin embargo, incluso en el tercer milenio antes de Cristo, los chinos lograron "domesticar" al gusano de seda y aprender a hacer tejidos sin precedentes con sus hilos. Hubo un momento en que se amenazó con la pena de muerte por la exportación de un capullo de oruga, mariposa o gusano de seda del país.
Pero el secreto no se puede guardar para siempre, y en el siglo VI, la seda comenzó a producirse en Bizancio. Los productos hechos con el nuevo material eran prohibitivamente caros; solo los gobernantes y las personas muy ricas podían pagarlos. Con el tiempo, la tecnología ha mejorado. Ahora las alfombras están al alcance de todos, pero no han perdido su calidad.
El legado de los viejos maestros
Las alfombras chinas modernas están hechas de materiales naturales y sintéticos. El diseño traza ecos de adornos tradicionales: jeroglíficos, flores de loto, espadas, dragones, montañas. Junto con esto, los maestros utilizan motivos clásicos orientales o modernos para el diseño urbano.
Tradicionalmente, las alfombras chinas se tiñen de color marrón amarillento, blanco o azul. Pero para las opciones modernas, también se utilizan otras pinturas. Una característica distintiva de los productos es una combinación de colores armoniosa que se adapta fácilmente a cualquier estilo.
Hasta ahora, algunas de las alfombras chinas están hechas a mano con los mejores materiales. Se usa algodón para la base y el pelo está hecho de seda, lana o una mezcla de estos. El trabajo de los tejedores se caracteriza por una alta densidad de tejido. A pesar de esto, los productos chinos son más baratos que las alfombras fabricadas en Irán y Turquía. Las tecnologías mejoradas permiten lograr tales resultados.
A la venta encontramos alfombras de marcas iraníes, turcas o belgas, fabricadas en China. Los fabricantes piden productos a empresas chinas, informando modestamente en letra pequeña que el producto se produce "en otras regiones". Solo un experto puede distinguir una obra original belga o turca de una china.
Las copias chinas de alfombras orientales antiguas o modernas no son de ninguna manera inferiores a las originales, excepto por el precio. Hay obras de autor hechas con seda y lana natural, alfombras en relieve inusuales con diferentes alturas de pelo, análogos de colecciones occidentales famosas y productos igualmente de alta calidad, pero más baratos, hechos de materiales artificiales.
Fuente: https://www.star-carpet.ru.