En una época en la que el agua caliente del grifo se ha convertido en un lujo, y su pureza y frecuencia deja mucho que desear, la única solución es instalar una caldera en casa: un aparato que calienta el agua y la mantiene a una temperatura predeterminada.
Para calentar el agua en el mercado de electrodomésticos representado dos tipos de calderas: gas y eléctrica, respectivamente, en la primera versión de la fuente de agua de calefacción es el gas, en el segundo – la electricidad.
Calentador de agua eléctrico
Las calderas eléctricas tienen capacidades de 1,2 a 3 kW, principalmente. Capacidad máxima de hasta 6 kW, pero esta clasificación técnica es poco frecuente. Este aparato no requiere conexión a la red eléctrica y funciona desde un enchufe normal.
hay una caldera eléctrica de paso y una caldera de acumulación. La caldera de acumulación calienta el agua durante más tiempo, pero gasta mucha menos electricidad que un calentador de agua de paso. Las principales ventajas del calentador de agua instantáneo son su diseño compacto y la alta velocidad de calentamiento del agua, pero hay más desventajas: no hay un recipiente especial para calentar el agua, lo que se traduce en un mayor consumo de electricidad, y la incapacidad de proporcionar varios puntos de toma de agua simultáneamente. Por eso es mejor comprar una caldera de almacenamiento.
Caldera de gas
La potencia de una caldera de gas es el doble de la de un aparato eléctrico, entre 4 kW y 6 kW, y calienta el agua el doble de rápido. Pero para instalarlo se necesita una chimenea, a través de la cual se expulsarán los gases de combustión. Pero otra desventaja de la caldera de gas es su costosa instalación.
La caldera puede ser rectangular u ovalada, vertical u horizontal.
Una vez que haya averiguado qué tipo de caldera tiene, hay un segundo criterio importante que debe tener en cuenta: el tamaño del depósito de agua. La elección debe basarse en el número de miembros de la familia y en tus propias necesidades. El cálculo tiene que hacerse de manera que haya suficiente agua y que sobre algo. La caldera puede ser para: 10,15, 30, 50, 70, 80, 100, 200 litros; cuanto más grande sea el depósito, mayor será el precio de la caldera y mayor será la factura de electricidad (gas). Como norma, para una familia de dos adultos y un niño pequeño es suficiente un volumen de caldera de 70-80 litros, para tres o cuatro personas – 100-200 litros.
El tercer criterio es el revestimiento interno de la caldera, que es importante. El hecho es que el grado de resistencia al agua del revestimiento afecta directamente a la vida útil del dispositivo. El dispositivo anticorrosión puede ser:
– titanio;
– inoxidable;
– porcelana-vidrio.
El más barato es el revestimiento de porcelana y esmalte, pero este revestimiento es muy sensible a las fluctuaciones bruscas de temperatura y, por tanto, puede provocar grietas.
El revestimiento de titanio está reconocido como el más duradero y el fabricante ofrece una garantía de 7 a 10 años. No está mal también un revestimiento de acero inoxidable – es un término medio entre el vitrificado y el titanio. Sin embargo, este revestimiento tiene puntos débiles en los puntos donde hay costuras de soldadura.
Al instalar la caldera, hay que tener en cuenta dos puntos importantes:
– La primera es que el dispositivo puede fallar si la presión del agua es baja;
– En segundo lugar, un alto nivel de contaminación del agua conduce a una rápida avería de la caldera.