El bambú es una planta muy común en el sudeste asiático. Se caracteriza por un crecimiento muy rápido y una alta ductilidad de los brotes jóvenes, que pueden doblarse fácilmente cuando están frescos. División en fibras: se usa para hacer pajitas delgadas para tejer o extruir, obteniendo tiras delgadas de las que se hacen las cortinas de bambú. La tecnología para su fabricación es extremadamente simple. Las tiras de bambú de la misma longitud se tejen con hilo o fibras naturales de las hojas del mismo bambú en lienzos.
Estos lienzos se fijan en una cornisa de madera en la parte superior, y una tabla de madera de ponderación se adjunta en la parte inferior, lo que mantiene el lienzo plano. El mecanismo de torsión de este lienzo también es extremadamente primitivo: es un cordón que desciende desde un borde de la cortina de bambú, que lo cubre por los dos lados. Al tirar del encaje, la cortina se dobla en un rollo, lo que le permite abrir las ventanas en la cantidad requerida. Hay otra variación del mecanismo de elevación de la cortina: «Roman», que no dobla la cortina en un rollo, sino que la recoge en pliegues. Pero el principio para ambos mecanismos es el mismo: puede abrir las cortinas solo recogiéndolas (retorciéndolas).
Otra variedad de cortinas de bambú son las cortinas verticales. Están hechos de segmentos cortos de tallos de bambú de varios diámetros, y están ensartados en un hilo, como cuentas, o (más a menudo se encuentran) interconectados por alambre. Varias docenas de tales «cuentas» están unidas a pequeños intervalos a la cornisa y forman una cortina suelta a través de la cual puede pasar libremente separándola con las manos. Bajo su propio peso, los hilos de bambú vuelven instantáneamente a una posición vertical y la cortina se cierra nuevamente.
Por lo general, las cortinas verticales se usan como particiones decorativas o se cuelgan en la puerta, restringiendo visualmente la entrada a la habitación, pero no interfieren con el paso libre en la puerta. Raramente se usan en ventanas, porque debido a la disposición floja de los hilos, prácticamente no bloquean la luz que penetra desde la ventana, y es prácticamente imposible abrir desde las ventanas, ya que no están equipados con un mecanismo para mover los hilos hacia un lado. Son estáticos y realizan una función exclusivamente decorativa.