Los orinales siguen siendo considerados por muchos como un accesorio sanitario poco común. Pero no hay reglas universales para el diseño del baño, por lo que estos aparatos se instalan en casa.
Los urinarios pueden clasificarse según su uso:
– doméstica;
– público.
Los modelos para uso doméstico se instalan en baños o aseos. Los accesorios requieren poco espacio, por lo que son bastante realistas. Externamente, el producto parece un cuenco ordinario de pequeño tamaño, fijado a la pared. Los modelos de pared se montan con un sistema de instalación, es cómodo y duradero. También hay variantes de pie. Tienen una gran variedad de formas, pero la mayoría de las veces se asemejan a un tubo largo y ancho. La única razón para no instalar un elemento tan útil sería la catastrófica falta de espacio en la habitación. Vea cómo son los urinarios de suelo en el sitio web de Colo.
Una clase distinta de sanitarios son los urinarios femeninos. Los cuencos tienen una forma cómoda. Hay muescas especiales para los pies en los lados del tanque, lo que hace mucho más fácil. Pero, desgraciadamente, los modelos femeninos nunca se han puesto de moda. Esto puede explicarse probablemente por el hecho de que la función del urinario puede ser realizada por un bidé, que ciertamente no renunciará a.
Los modelos para locales públicos difieren significativamente de las instalaciones domésticas. El orinal suele ser una pila alargada, que se coloca a un metro aproximadamente del suelo. Las cubetas colectivas son mucho más cómodas de usar, además, estos modelos ocupan menos espacio y no requieren comunicaciones adicionales.
La mayoría de los productos son de cerámica sanitaria. Este material es el más adecuado para un uso constante y es higiénico, fiable y práctico. Algunos modelos del grupo están fabricados en acero inoxidable, el material más resistente disponible para los sanitarios.
Los dispositivos también se diferencian por el sistema de drenaje. Para uso doméstico, existen unidades económicas con un sistema de descarga automática, en el que la taza se limpia en cuanto el usuario se aleja. Por supuesto, se puede comprar un aparato con descarga manual, pero esto no sólo es antihigiénico, sino también irrelevante hoy en día.
En las zonas públicas se instalan productos con drenaje ininterrumpido. Aunque no es económico, es bastante apropiado, teniendo en cuenta el número de personas que van a utilizar el objeto. También hay unidades sin ningún mecanismo de descarga. En este caso, se utilizan membranas y absorbentes especiales para eliminar los malos olores.