El dormitorio tiene un ambiente muy especial y hay que tener en cuenta todo con precisión: desde el material del suelo hasta el foco. Una lámpara de techo o de cabecera puede marcar la diferencia en tu habitación. Las lámparas de cabecera son las más utilizadas en el dormitorio, ya que proporcionan una luz suave sin sobrecargar la habitación, dejando espacio para el romance nocturno.
Colocación de una lámpara de cabecera
El diseño clásico de las lámparas de cabecera se encuentra a ambos lados de la cama, en una mesita de noche o en la pared. Si la cama es individual, basta con una lámpara a cada lado. No hay necesidad de hacer agujeros en la pared para las lámparas de mesa, y tales accesorios son lo suficientemente móviles, fácilmente trasladados de un lugar a otro, creando un cierto estilo.
Sin embargo, si la mesa de noche es pequeña, y en su superficie no es posible disponer una lámpara de mesa, o una mesa de noche para dos, entonces se utilizan apliques.
Una lámpara de cabecera larga y estrecha con dos interruptores en el centro del cabecero es cómoda. Una solución interesante sería montar las bombillas en el propio marco de la cama. Con una buena potencia, estas lámparas no sólo son decorativas, sino que también tienen un propósito práctico: tienen un aspecto muy elegante e inusual.
La forma de la lámpara de cabecera
En cuanto a la forma de la lámpara de cabecera, vale la pena dar preferencia a las líneas suaves para mantener un buen estado de ánimo y un ambiente relajante. Se cree que los ángulos agudos pueden provocar agresividad e irritabilidad en los humanos. Por el contrario, las formas redondas y los elementos convexos de la lámpara contribuyen al ambiente general de suavidad, tan importante para el dormitorio.
material de las lámparas de cabecera
Tiene una amplia gama de opciones de forma, color y material. El vidrio y el metal son clásicos indiscutibles. En manos de un artesano experto, estos materiales pueden adoptar todas las formas y decorar bellamente la habitación sin perder su función esencial. Si es de vidrio esmerilado o tintado: Un plafón de vidrio es el mejor difusor, por ejemplo. Puede aplicar fácilmente un bonito diseño a la superficie del vidrio, añadir elementos de. El plástico o la tela pueden tener menos efecto, ya que esta última tiende a recoger el polvo muy rápidamente y se ensucia con facilidad.
El material de los accesorios se elige mejor en función del estilo de su dormitorio:
– Para un dormitorio de estilo rústico, una lámpara de cabecera decorada con textiles o enredaderas.
El estampado floral añade un toque de romanticismo al ambiente;
– Vidrio y metal: clásico o de alta tecnología;
– cristal – imperio, barroco.
Las luminarias de plástico no se recomiendan para los dormitorios y las habitaciones de los niños porque pueden liberar sustancias tóxicas al calentarse.
El grado de iluminación
La iluminación del dormitorio debe ser suave, de ambiente, pero lo suficiente para que una persona pueda leer cómodamente en la cama sin forzar la vista.
La luz azul y verde priva en la habitación de lo acogedor, mientras que el tono rosa añade un toque romántico. Basta con cubrir la luz con un pañuelo de color para cambiar el color.
Así que una lámpara de cabecera para el dormitorio debería:
– seguro;
– Combina con el estilo general;
– proporcionan una iluminación suave y confortable;
– realizar sus principales funciones.