La razón de las puertas hundidas radica en el diseño en sí. Inicialmente, en los lugares donde se desarrolló el diseño de la puerta de plástico, nadie pensó que este invento ganaría tanta popularidad y se extendería por todo el mundo con sus zonas climáticas más diversas. En los EE. UU., Donde se inventaron las estructuras de plástico, y en Alemania, donde su producción se puso en marcha, hacía bastante calor y rara vez era necesario construir estructuras con calentadores adicionales y ventanas de doble o triple acristalamiento.
Tales excesos comenzaron a aparecer con la creciente popularidad de las estructuras plásticas en países con inviernos largos y fríos. Sin embargo, el diseño de las bisagras no ha sufrido cambios significativos desde su invención. El uso de materiales más duraderos capaces de soportar el peso de una puerta de balcón de 100-130 kilogramos evitó la rotura de la bisagra, pero no eliminó la causa: la caída gradual debido a la deformación del plástico sobrecargado con el peso del paquete de vidrio.