Un bello complemento para el interior de un salón moderno es una chimenea viva. Por supuesto, no estamos hablando de fuego abierto: hoy es una tarea encomendada a las biofogatas. Hay que prestar especial atención a las biofogones murales, que no sólo pueden calentar el aire y dar belleza estética, sino que además son muy compactas, por lo que son ideales para cualquier zona de la casa. Es absolutamente seguro y no causa ningún peligro: el aire en el piso es limpio sin ningún olor a quemado.
Combustible para una chimenea biológica
El secreto está en el combustible utilizado. Todas las biofogueras utilizan bioetanol: un combustible bioseguro que se obtiene de la fermentación del azúcar de cultivos vegetales como el maíz, la patata, la remolacha y la caña de azúcar, así como de los cereales.
Todas estas plantas pasan por las siguientes etapas de procesamiento para obtener el combustible final:
- trituración;
- fermentación: adición de enzimas para descomponer los polisacáridos;
- destilación: la mezcla que contiene alcohol se separa en fracciones y se destila;
- desnaturalización: el etanol de alta calidad resultante se diluye con agua y se añade un agente aromatizante especial.
Por lo tanto, la composición es algo así:
- alcohol etílico: más del 90%;
- agua: al nivel del 4%;
- metanol como aditivo amargo: 0, 01%.
Tenga en cuenta que el bioetanol no se utiliza con fines alimentarios y, por tanto, está prohibido su consumo.
Las ventajas del bioetanol
También utilizado en el biotransporte, el biocombustible es absolutamente seguro desde el punto de vista biológico, ya que en el proceso de combustión no produce ningún humo ni otros gases nocivos. Durante un experimento se descubrió que el bioetanol sólo libera dióxido de carbono cuando se quema, pero su cantidad es la misma que una persona libera al respirar. Otra ventaja indiscutible del bioetanol es su rentabilidad. Se ha demostrado que consume tan sólo 360 ml de combustible durante una hora de combustión continua. De este modo, se gasta menos en combustible y se consigue una mejor calefacción de la habitación: hasta el 90% del calor producido por una biochimenea se destina a calentar la habitación.
Señales de un buen biocombustible
Por último, pero no menos importante, la calidad del biocombustible desempeña un papel importante en el funcionamiento de la chimenea. Un buen bioetanol cumple estos requisitos:
- Una llama uniforme con un tono dorado;
- al quemarse, el combustible no emite ninguna sustancia que pueda irritar las fosas nasales de una persona;
- Una bolsa de agua caliente ardiendo;
- consumo económico y buena disipación del calor.
Para mayor comodidad, el biocombustible para chimeneas se vende en envases con capacidad de 1/5 litros.
Cómo llenar su biochimenea
Pero es bastante fácil llenar la maquinaria de combustible. Hay que esperar a que el combustible que ya está en la chimenea se queme por completo, y una vez que esto haya sucedido, retirar y enjuagar el calentador de agua (depósito de combustible) con agua corriente caliente. Después de todos estos pasos, el calentador se llena de combustible nuevo hasta el nivel especificado. Sólo recuerda tener cuidado de no derramar combustible mientras lo llenas, de lo contrario tendrás mucho tiempo para limpiar la mancha de grasa de la superficie después.
Las chimeneas más caras tienen un suministro automático de combustible.