Las cortinas macizas, el tul y las persianas son los elementos decorativos más comunes en las ventanas. Las persianas romanas son un buen y bonito complemento. Son sencillas, elegantes, funcionales y aportan una hermosa luz natural difusa a la habitación, ideal tanto para el salón como para la habitación de los niños, el dormitorio y la cocina.
¿Qué son las persianas romanas?
Una cortina romana se compone de los siguientes elementos: riel de cortina, tejido, elementos de guía, unidad de peso. Así es como se sujeta una tela lisa a la barra de la cortina, perforada horizontalmente con elementos de guía especiales que forman pliegues decorativos. Se coloca un lastre debajo para estabilizar el encofrado. Las persianas se controlan mediante una cadena o cordón que permite bajar, subir o detener la persiana a cualquier nivel de la ventana. Las persianas romanas pueden fijarse en el ala de la ventana o en el hueco de la misma.
Propiedades de las persianas romanas
Las persianas romanas son resistentes a la temperatura, no temen la humedad, no se queman con el sol y tienen un revestimiento antiestático que puede repeler el polvo. Además, son muy fáciles de usar, estéticas, compactas y en muchos colores para que puedas elegir el que más te guste.
Persianas romanas
En cuanto a la variedad, existe un esquema clásico para dividirla en: persianas romanas en cascada y clásicas.
Los estores romanos clásicos son tejidos lisos que hacen pequeños pliegues horizontales cuando se suben. Estas cortinas tienen un aspecto muy sencillo y discreto, y combinan perfectamente con cualquier interior.
Las cortinas romanas en cascada crean una bonita cortina incluso cuando están completamente abiertas. Estas persianas se utilizan sobre todo en interiores de estilo art decó o rústico.
Las persianas romanas pueden ser de diferentes texturas y colores, transparentes y acolchadas. variante clásica – son cortinas de terciopelo, organza y brocado. Para los lugares en los que las cortinas no resultan adecuadas, se utilizan estores romanos transparentes o lisos.
Los estores romanos pueden combinarse con cortinas de tul o rectas, lambrequínes. Lo principal es elegir la combinación adecuada y no bloquear demasiado la ventana. Se adaptan a cualquier estilo de interior: campestre, ecológico, de alta tecnología, moderno.